In one of the truly great scenes in the Bible, in the Gospel of John, Jesus goes to a village where his friend Lazarus has died. In the scene, He resurrects his friend with the instruction “untie him and let him go free” (JN 11:32-45). Easter is like that for us; we have been unbound from our sin, and by the words and actions of Jesus, are forgiven and freed.
In our own time, we long to be unbound from the restriction under which we are living these days; not burial cloths, but face masks. We too wish to be called out; not from a tomb, but from the separation and the distance that we have been restricted to in this pandemic.
Easter means different things to me each year. When I was very young, Easter meant a basket and a huge meal. As I grew older, it meant returning home and renewing friendships, gathering with family, and coming to understand more fully why God sent His to Son to live and die, and rise again. Now, I see that Easter is the time to celebrate, even with the social restrictions. Personally and communally, we are still called to proclaim the Good News. Christ is still present, and even a pandemic has not changed that.
As evidence, we see many people who have been called to a life of service and valiantimitation of Jesus. Of course, there are the famous saints and martyrs, but also in our own time, we have seen people who have willingly, lovingly, professionally, and bravely sacrificed for all of us. They are all the frontline workers who have cared for us, helped us to be safe, made sure we could feed ourselves, protected us, helped us to grieve loved ones, and those who have developed a vaccine for us.
I see in them the image of Christ who journeyed to Lazarus’s village, confronted His friend’s death, and did not let it overcome Him, although He was grieving deeply. So too has it been with all our heroes. They have been sorely tested and at times deeply grieved, but we can also see in them the grace that operated in Jesus. I am honored to serve alongside so many people who have served Christ in this past year, who have made sure that others were cared for, that our faith continued to be celebrated, and that we could gather and pray safely with organization and solemnity. This Easter, as we slowly begin to recover from this pandemic, we will see this reality in the Church too. Some of the old “cloths” will be cast aside, and we will celebrate in a newly resurrected form.
The Good News of Resurrection is still good, and still true, and we will always celebrate that.
Peace, Fr. Murray
Building news:We have started to do the work of painting the churches, getting new lights installed in both churches, and finishing the kitchen at St. James, with a new exhaust hood and stove. There is also new carpeting at some of the entrancesof IC and SJ. More news as the projects roll on.
En el Evangelio de Juan, en una de las escenas verdaderamente grandiosas de la Biblia, Jesús va a un pueblo donde ha muerto su amigo Lázaro. En la escena, resucita a su amigo con la instrucción, "desátenlo y déjenlo libre". (JUAN 11: 3245). La Pascua también es así para nosotros. Hemos sido liberados de nuestro pecado, y por las palabras y acciones de Jesús, también somos perdonados y liberados.
En nuestro tiempo actual, anhelamos liberarnos de las restricciones bajo las que vivimos. No las telas funerarias, sino la mascarilla. Nosotros también deseamos ser llamados, no desde una tumba, sino desde la separación y el distanciamiento que también nos han restringido en esta pandemia.
Descubrí que la Pascua significa diferentes cosas en diferentes momentos. Cuando era muy joven, Pascua significaba una canasta y una gran comida. A medida que fui creciendo, Pascua significaba que había llegado el momento de volver a casa para renovar amistades y reunirnos con la familia; así como de comprender más plenamente lo que Dios nos está diciendo al enviar a su Hijo para que viva con nosotros y muera por nosotros. Ahora veo que la Pascua es el momento de celebrar que, a pesar de las restricciones personales y comunitarias, todavía estamos llamados a ser un pueblo que proclama el mensaje.
¡Todavía está presente y ni siquiera una pandemia ha disuadido su presencia! Como evidencia, hemos visto en nuestro propio tiempo que hay muchas personas que han sido llamadas a imitar a Jesús y lo han hecho valientemente. Por supuesto, hay los santos y mártires famosos, pero también en nuestro propio tiempo, hemos visto personas que voluntaria, amorosa, profesional y valientemente se han sacrificado por todos nosotros. Todos ellos son trabajadores de primera línea, que nos han cuidado, nos han ayudado a estar seguros, se han asegurado de que pudiéramos alimentarnos, nos protegieron, nos ayudaron a llorar a nuestros seres queridos y, finalmente, desarrollaron una cura para nosotros.
Veo en ellos la imagen de Cristo que viajó a la aldea de Lázaro y frente a su muerte, no dejó que ésta lo superara, aunque estaba profundamente entristecido. También ha sido así con todos nuestros héroes. Han sido probados duramente y en ocasiones profundamente afligidos, pero de igual forma podemos ver en ellos la gracia que operó en Jesús. Me siento honrado de servir junto a tantas personas a quienes he visto sirviendo a Cristo en el otro y llamar a la gente a una nueva vida en medio de esta pandemia. Aquí la vida es como la de antes, ya que contamos con personas que se han asegurado de que los demás sean cuidados, que nuestra fe continúe siendo celebrada, que podamos reunirnos y orar con seguridad, organización y solemnidad.
Al igual que en la resurrección, cuando la mujer y los apóstoles encontraron la tumba vacía, hubo señales de lo que había sucedido y luego, vieron que Jesús estaba en una nueva forma, pero con la misma voz y mensaje. Nosotros veremos a Jesús de igual manera.
En esta Pascua, a medida que comenzamos a recuperarnos lentamente de la pandemia, veremos esta realidad también en la Iglesia. Algunos de los viejos "paños" serán arrojados a un lado y celebraremos una forma recién resucitada. En la Biblia, cada vez que Jesús aparecía y la muerte estaba cerca, la muerte siempre era derrotada. Para nosotros será lo mismo, la forma puede ser diferente, pero la voz y el mensaje siempre serán los mismos, y ninguna muerte nos vencerá.
Paz, Padre Murray
Novedades en la construcción: Hemos comenzado a pintar las iglesias, instalar nuevas luces en ambas iglesias y terminar la cocina en St. James. (Campana extractora y estufa nuevas). También hay una alfombra nueva en las entradas de IC y SJ. Más noticias a medida que avanzan los proyectos.