As we continue to live in this strange time, it is also a time to recognize that we can do things differently than we have in the past. Over the course of history, The Church has changed her methods when it seemed the old ones were not working. The message is always the same: Jesus Christ is Lord—yesterday, today, and forever.
However, the methods we use to proclaim and celebrate this glorious truth have changed many times. In our lifetime, we have seen a change of the language of the Mass from Latin to local languages, and more recently, another English translation to the Mass parts. In our own time, the Church was called through Vatican II to examine Itself and make some changes that have at times for some, felt like radical surgery. More recently, Popes Benedict and Francis have encouraged us to examine how we evangelize and to rework our methods to proclaim the Good News to the world. Pope Francis has encouraged us to go find the wounded and marginalized and bring them to Jesus through the Church for healing. They both suggest new methods while holding fast to what we believe about Jesus and the Good News.
This Sunday’s readings suggest that the work of inviting people to meet Jesus is not new. Here in Salem, the Alpha program is our primary method of evangelization. In normal times, we gather in person for Alpha, but for now itis completely online. I would like to encourage everyone who has not done this program to consider experiencing it, so that we can develop into a parish that is mission-oriented from every pew in our churches and every home in our parish.
In the next few months, and in the next year or so, we will have many people moving into our area. This will give us opportunities to invite new people through our radical hospitality, our outreach through Alpha, and our ongoing adult faith formation. We also have Beta groups, which are a continuation of the Alpha small group method. Each week, Beta groups gather and catch up with one another (online, for now, or in person once it’s safe) and then after a meal or snack, have a conversation about the upcoming Sunday’s Gospel reading. There is a set of questions provided for each group, and the participants discuss what themes they see and how they are affected by the message in their lives now. There is information about the reading too, but mostly the discussion is around how the Scriptures affect us personally, with all our present needs, challenges, and questions.
The purpose of the Beta groups is to help form disciples and build a connected community that is strengthened by our faith and sharing it in a small group setting. Usually after each series of Alpha is completed, there is a reunion and then small groups form from those who were at tables together, or those who want to continue in this kind of fellowship. My New Year’s resolution is to continue to help the parish grow spiritually. I hope my invitation to check out Alpha will provide everyone a chance to help us change our focus to being a parish that is always on mission to invite all those around us to come to know Jesus Christ—yesterday, today, and forever. Peace, Fr. Murray A medida que continuamos viviendo en esta época extraña, también es un momento para reconocer que podemos hacer las cosas de manera diferente a como lo hicimos en el pasado. A lo largo de la historia, la Iglesia ha ido cambiando sus métodos cuando le ha parecido que los antiguos no estaban funcionando. El mensaje es siempre el mismo, Jesucristo es Señor, ayer, hoy y por los siglos. Sin embargo, los métodos que usamos para proclamar y celebrar esta gloriosa verdad han cambiado muchas veces.
En nuestra vida hemos visto un cambio del idioma de la Misa y, más recientemente, otra traducción a las partes de la Misa. En nuestro tiempo, la iglesia fue llamada a través del Vaticano II para examinarse a sí misma y hacer algunos cambios que, a veces, para algunos, se han sentido como una cirugía radical. Más recientemente, los papas Benedicto y Francisco nos han animado a examinar y reelaborar cómo evangelizamos y nuestros métodos para proclamar las buenas nuevas al mundo. El Papa Francisco nos ha animado a ir a buscar a los heridos y marginados y llevarlos a Jesús a través de la iglesia para su curación. Ambos sugieren nuevos métodos mientras se aferran a lo que creemos acerca de Jesús y las Buenas Nuevas.
Las lecturas de este domingo sugieren que estamos viendo un nuevo método para enfrentar un viejo desafío en el tiempo de la obra terrenal de Jesús. Más cerca de casa, el programa Alpha, que promovemos, es nuestro método principal de evangelización. Normalmente nos reunimos en persona, pero por ahora, de cara a nuestra realidad, se realiza completamente en línea. Me gustaría animar a todos los que no han hecho este programa a que consideren experimentarlo para que podamos convertirnos en una parroquia orientada a la misión desde cada banco de la iglesia.
En los próximos meses, y durante el próximo año, tendremos mucha gente mudándose cerca de nuestras iglesias. Esta será nuestra oportunidad de invitar a nuevas personas a través de nuestra hospitalidad radical, nuestro alcance a través de Alpha y nuestra formación permanente para adultos. También tenemos grupos Beta, que son una continuación del método de discusión Alpha. Cada semana, los grupos se reúnen y se ponen al día (por el momento en línea) y luego, después de una comida o un refrigerio, comparten una discusión sobre el Evangelio dominical. Se proporciona un conjunto de preguntas para cada grupo y los participantes discuten qué temas ven y cómo se ven afectados por el mensaje en sus vidas ahora. Hay un poco de Catequesis, pero principalmente la discusión es cómo las Escrituras nos afectan ahora con todas nuestras necesidades, desafíos y preguntas actuales.
El propósito de los grupos Beta es ayudar a formar discípulos y construir una comunidad conectada que sea fortalecida por nuestra fe compartida en grupos pequeños. Por lo general, después de que se completa el programa Alpha, hay una reunión y luego se forman pequeños grupos de aquellos que estaban juntos en las mesas o aquellos que quieren continuar en este tipo de confraternidad. La resolución de mi año nuevo es continuar ayudando a la parroquia a crecer espiritualmente. Espero que este ofrecimiento les brinde a todos la oportunidad de ayudarnos a cambiar nuestro enfoque, a ser una parroquia que siempre tiene la misión de invitar a todos los que nos rodean a conocer a Jesucristo, ayer, hoy y siempre. Paz, Padre Murray