This past Thursday we celebrated the Feast of the Ascension. The Gospel scenes from Matthew and Luke are similar, and along with the account in the book of Acts, all are a good reminder that we are not meant to sit at home waiting for Jesus to bring others to us. In the past, it did work that way for the Church; people came to the Church without our having to do anything to invite or attract them. But in our modern times, we are called to hear the missionary call and go out as the apostles did. Salem is diverse in its population and spiritualities. We seek to offer a message of hope and healing in the person of, and personal relationship with, Jesus. In the last few weeks, we have hosted outdoor Masses, and this is certainly one way to get the attention of passers-by. We have also hosted a neighborhood meeting with the mayor, the interim chief of police, and many citizens to discuss the issues that concern them. We have our online courses, Masses, and presentations. In each of these experiences, we have an opportunity to pique the interest of those participating and those observing from the outside who may be looking for something. We want it to be known that we are part of the neighborhood and want to help bring healing and welcome beyond our church walls. We want to show our concerns are for the whole city, and not just our parish. This past year, we’ve worked hard to meet people where they are, as Jesus did, and this has been helped through our web-based programming. We want to invite people to know Christ, first through us and then to enter into a personal relationship with Him. Another way we can witness to the power of Jesus in our lives is to take the Pentecost Challenge: At Mass next Sunday (around the homily time), I’ll invite you to come to the front of the stage if you’ve experienced the Holy Spirit active in your life this past year. We want to praise God for this. We will also want to be able to see, in a concrete way, the spiritual growth in our parish. If Mary, Queen of the Apostles can continue to raise up those whose lives have been touched by God and celebrate that, I am sure that God will continue to send us more and more disciples. The week after Pentecost, we will begin Ordinary Time. This is the time for us to go out to the whole world and announce the Good News. In our parish, we invite people to know God through the Alpha program, and thru online and (eventually) in-person programs that outline a path to Jesus, a life of growing and deepening discipleship in faith, and a call to serve in the various ministries in the parish. As we continue to move toward more relaxed protocols, I invite each of you to take the opportunity to embrace a ministry. I also ask everybody to experience Alpha in the next year’s time, so that as a community we can begin to promote this program for everybody and to help those who are searching to find God in an adult, conversational-style setting. The more people who experience Alpha, and in turn, use this as an introduction to a dialogue of faith to help others, the better we will be at bringing souls to Christ. Are there other methods? Sure —and we are going to ask the Holy Spirit to help us in all things —but right now, we need everybody on board to help with the mission. This is the mission that the whole parish is called to, and I hope everyone will join us. Peace, Fr. Murray
Este pasado jueves celebramos la fiesta de la Ascensión. Las escenas del Evangelio de Mateo y Lucas son bastante similares. El relato de los Hechos de los Apóstoles también es un buen recordatorio de que no somos cristianos que esperan sentados en casa a que Jesús nos mande a llamar por otras personas. De hecho, esa práctica funcionó por un periodo y hace algún tiempo. En nuestra época moderna, debemos estar preparados para escuchar el llamado misionero y salir. Parte del "agua profunda" para nosotros es nuestra propia ciudad de Salem con su diversa población y espiritualidades.
Buscamos ofrecer un mensaje de esperanza y sanación en la persona y en su relación personal con Jesús. ¿Cómo hacemos esto? En las últimas semanas hemos organizado misas al aire libre y esta es, sin duda, una forma de llamar la atención de la gente. También hemos tenido una reunión con el alcalde, el jefe de Policía interino y muchos otros ciudadanos para discutir los temas que les preocupan desde su punto de vista. Tenemos nuestros cursos en línea y en persona, y en cada una de estas experiencias, aprovechamos la oportunidad de despertar el interés de quienes pasan por aquí o revisan el sitio web, de demostrar que somos parte del vecindario y que queremos ayudar a llevar el diálogo y la comunicación entre el gobierno de la ciudad y el electorado. Así les dejamos claro que nuestras preocupaciones son para con toda la ciudad y no solo para con nuestra parroquia.
En los momentos de contacto virtual por la web, el agua profunda está en encontrar a las personas donde se ubican, como lo hizo Jesús, y luego invitarlas a conocerlo, primero a través de nosotros y luego a entrar en una relación personal con Jesucristo. Otra forma en que podemos dar testimonio del poder de Jesús en nuestras vidas es aceptando el desafío de Pentecostés. El desafío consiste simplemente en esto: que usted pase al frente del escenario cuando sea llamado por el sacerdote de la misa el próximo domingo (alrededor de la hora de la homilía) y diga simplemente con su presencia, Jesús vino a mi vida en este último año, Cuaresma o tiempo de Pascua. Lo que queremos hacer es simplemente alabar a Dios por esto y luego vamos contando.
Simplemente estamos tratando de establecer una línea de base para el crecimiento espiritual en nuestra parroquia. Si María, Reina de los Apóstoles, puede continuar levantando a aquellos cuyas vidas han sido tocadas por Dios y celebrarlo, estoy seguro de que Dios continuará enviándonos cada vez más discípulos.La próxima semana después de Pentecostés, comenzaremos el tiempo ordinario. Este es el momento para seguir saliendo hacia el mundo entero y anunciar las Buenas Nuevas.
En esta parroquia, nuestra visión es invitar a las personas a conocer a Dios a través del programa Alpha, los programas en línea y (eventualmente) en persona, que delinean un camino hacia Jesús, una vida de discipulado creciente y profundo en la fe y un llamado a servir en los diversos ministerios de la parroquia.
Para algunos, sé que estas son las aguas profundas cuando se trata de ejercitar nuestra fe y de vivirla en comunidad. A medida que continuamos avanzando hacia protocolos más relajados, espero que todos aprovechen la oportunidad para integrarse a un ministerio. Voy a pedirles a todos que experimenten Alpha, para que, como comunidad, podamos comenzar a promover este programa para que todos ayuden a aquellos que buscan encontrar a Dios en un ambiente de conversación para adultos. Cuantas más personas experimenten Alpha y, a su vez, ayuden a otros a usar esto como una introducción a un diálogo de fe, seremos mejores llevando almas a Cristo. ¿Existen otros métodos? Seguro que sí, y vamos a pedirle al Espíritu Santo que nos ayude en todo, pero ahora mismo necesitamos que todos estén a bordo para ayudar con la misión.
Estas son las “aguas profundas” a las que está llamada toda la parroquia. Espero que todos se unan a nosotros.