A few weeks ago, I quoted Father James Mallon’s description of an active disciple. But how does one achieve all that he describes? Recently, I discovered author Beverly Lanzetta and her book “A New Silence.” She sums up well how to work into discipleship. Here is an excerpt from her book. She says:
Over the years, I have composed and followed a personal rule of life. I include below excerpts from the original and longer rule, which you may find helpful in writing and living your own code of conduct. 1. Be faithful to the Divine in all that you do. 2. Put the Divine will before your own. Ask, “What would God do?” and wait for the answer. 3. Do not allow personal attraction or gain to cloud decision-making, or your soul’s intentions to be compromised. 4. Be simple of purpose. The basis of simplicity is centering on God. The heart of the “Christian” life is to live in God’s presence. 5. Love all of creation with Divine compassion. Total commitment brings change. Give to life your unparalleled commitment and complete love, one that is without self-interest. 6. Offer yourself as a place of prayer. May your presence be one that heals divisions and expands hearts. 7. Be attuned to the splendor of creation, and the gentle web of existence. Celebrate embodiment. Actively work—both within yourself and in the world—to make the holy manifest. 8. Refrain from possession. Remember the transient nature of earthly life. Possession can occur on all levels: physical, emotional, psychic, spiritual. Love expands the spirit, possession contracts it. 9. Pray daily to grow in humility, and to be empty of the false self. Offer over to the Divine your regrets, sorrows, doubts, motives, and unresolved desires. 10. In all you do, practice non-harm. Make a small footprint, tread lightly, become aware of the impact your actions have on others. The refusal to reflect on your motives leads to suffering (for others and also oneself). 11. Treat all religions and spiritual paths with honor and respect. 12. Enter silence. Keep faith alive. Create community wherever you are. Make of your heart a home for the homeless, a refuge for the poor. Pray for the well-being of your sisters and brothers.” (some editing for brevity)
These are just some suggestions to start on the road to a more robust discipleship. Of course, the journey is not ended until the end of our lives, so there is always work to do.
As I mentioned earlier, we are part of a nationwide survey about discipleship, and so going onto our website and taking the Disciple Makers Index is another way to jump start a life moving towards a deeper relationship with Jesus. Visit our website at www.MQOA.org/Lent to take the survey.
Peace, Fr. MurrayComo Hace unas semanas cité al padre James Mallon en su descripción de un discípulo activo. Pero, ¿cómo logra uno todo lo que él describe como un discípulo activo? A continuación se muestra una descripción de un escritor que descubrí recientemente. Aquí hay una cita y una descripción sobre cómo trabajar en el discipulado. Beverly Lanzetta (Un nuevo silencio) A lo largo de los años, he compuesto y seguido una regla de vida personal. Incluyo a continuación extractos de la regla original y más extensa, que pueden resultarle útiles para escribir y vivir su propio código de conducta: 1. Sea fiel a la Divinidad en todo lo que haga. 2. Ponga la voluntad divina antes que la suya. Pregunte: "¿Qué haría Dios?" y espere la respuesta. 3. No permita que la atracción o ganancia hacia algo personal enturbie la toma de decisiones, o que las intenciones de su alma se vean comprometidas. 4. Sea sencillo de propósito. La base de la sencillez se centra en Dios. El corazón de la vida "cristiana" es vivir en la presencia de Dios. 5. Ame a toda la creación con compasión Divina. El compromiso total trae cambios. Déle vida a su compromiso incomparable y su completa entrega de amor, ese que se da sin interés personal. 6. Ofrézcase como lugar de oración. Que su presencia sea tal, que sane las divisiones y expanda los corazones. 7. Esté en sintonía con el esplendor de la creación y la suave red de la existencia. Celebre la encarnación. Trabaje activamente, tanto dentro de usted mismo como en el mundo, para hacer que se manifieste la santidad. 8. Absténgase de la posesión. Recuerde la naturaleza transitoria de la vida terrenal. La posesión puede ocurrir en todos los niveles: físico, emocional, psíquico, espiritual. El amor expande el espíritu, la posesión lo contrae. 9. Ore diariamente para crecer en humildad y vaciarse del falso yo. Ofrezca al Divino sus lamentos, tristezas, dudas, motivos y deseos no resueltos. 10. En todo lo que haga, practique no hacer daño. Haga una pequeña huella, pise con cuidado, tome conciencia del impacto que sus acciones tienen en los demás. La negativa a reflexionar sobre sus motivos conduce al sufrimiento (para los demás y también para usted mismo). 11. Trate a todas las religiones y caminos espirituales con honor y respeto. 12. Entre en silencio. Mantenga viva la fe. Cree una comunidad esté donde esté. Haga de su corazón un hogar para los sin techo, un refugio para los pobres. Ore por el bienestar de sus hermanos y hermanas. (con algunas modificaciones para mayor brevedad)
Estas son solo algunas sugerencias para comenzar el camino hacia un discipulado más sólido. Por supuesto, el viaje no termina hasta el final de nuestras vidas, por lo que siempre hay trabajo por hacer.
Como mencioné anteriormente, somos parte de una encuesta a nivel nacional sobre el discipulado y, por lo tanto, ir a nuestro sitio web y responder al cuestionario de Disciple Makers Index es otra forma de comenzar una vida hacia una relación más profunda con Jesús. www.MQOA.org/Lent